Para las máquinas, el uso de una mezcla muy seca es un factor muy beneficioso ya que funcionan mucho mejor con un hormigón más seco.
Eso implica, que durante el proceso de fraguado deberá tener en cuenta que si a la mezcla le falta agua tendremos un hormigón que no reacciona por lo que no conseguiremos la máxima resistencia.
Para ello, deberemos tener un fraguado controlado por temperatura y humedad con el que podremos llegar a ahorrar entre un 5 i un 10 % de la cantidad de cemento, abaratando así los costes de los bloques.